Resulta que tenemos DOS cerebros: uno arriba y otro abajo
La sabiduria popular siempre en lo cierto ! XD
Pero la cosa es en serio, en la pagina de la UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO, FACULTAD DE MEDICINA
se puede leer el orígen de este artículo. URL:
http://www.facmed.unam.mx/deptos/anatomia/computo/ansne/sne.html
O para un artículo más ameno, clickea el siguiente link
Intestino, tu segundo cerebro
domingo, 21 de febrero de 2010
sábado, 20 de febrero de 2010
CHISTE OBSESIVO
Este chiste me lo envió mi amigo Carlos Anchart :
Obsesión
Un hombre trabajaba hacía muchos años en una fábrica de enlatados.
Una vez, le confesó a su mujer que estaba poseído por una terrible obsesión: Un impulso incontrolable de colocar su pene en la cortadora de pepinos.
Espantada, la esposa le sugirió que consultara con un psicólogo.
El marido prometió que lo pensaría, pero continuó repitiéndole y repitiéndole a la esposa la misma historia, hasta que ella, aburrida, un día le dijo:
- Pues mételo y no me jodas más, ¡es tu problema!
Días después, el marido llegó a casa cabizbajo, pálido y profundamente abatido.
- ¿Qué pasó, querido? - le preguntó la mujer, preparándose para lo peor.
- ¿Te acuerdas de mi compulsión de meter el pene en la cortadora de pepinos?
- ¡Oh, no! - gritó la mujer -¡Dime que no lo hiciste!
- ¡Sí, lo hice!
- ¿Oh, por Dios, y qué pasó?
- ¡Me despidieron. ..! - respondió el marido.
Un hombre trabajaba hacía muchos años en una fábrica de enlatados.
Una vez, le confesó a su mujer que estaba poseído por una terrible obsesión: Un impulso incontrolable de colocar su pene en la cortadora de pepinos.
Espantada, la esposa le sugirió que consultara con un psicólogo.
El marido prometió que lo pensaría, pero continuó repitiéndole y repitiéndole a la esposa la misma historia, hasta que ella, aburrida, un día le dijo:
- Pues mételo y no me jodas más, ¡es tu problema!
Días después, el marido llegó a casa cabizbajo, pálido y profundamente abatido.
- ¿Qué pasó, querido? - le preguntó la mujer, preparándose para lo peor.
- ¿Te acuerdas de mi compulsión de meter el pene en la cortadora de pepinos?
- ¡Oh, no! - gritó la mujer -¡Dime que no lo hiciste!
- ¡Sí, lo hice!
- ¿Oh, por Dios, y qué pasó?
- ¡Me despidieron. ..! - respondió el marido.
- Pero....y, eh ...- ¿¡La cortadora de pepinos!?. ¿Qué te hizo, te lastimó?
- ¡No!............
- ¡No!............
A ella también la despidieron.
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